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Autopista en los alrededores de Johannesburgo |
Llegamos a Johannesburgo tras un vuelo repleto de turbulencias el día 2 de diciembre hacia las 7:05 hora local, y nada más bajar del avión nos encontramos con la primera y más grata de las sorpresas que nos deparó nuestro viaje: Sonja Keserovic, nuestra guía en la primera parte del viaje. Un autentico encanto de mujer, de origen Servio pero con un total dominio del Castellano y perfecta conocedora del país en el que ejerce su profesión, atenta, amable, simpática y eficaz, además de muy atractiva. Junto a ella, el conductor de nuestro mini-bus, Ember, Sudafricano de raza mestiza o tal vez negra, tan grande físicamente como buena persona, eficaz conductor y conocedor de las carreteras del país. Dominaba 9 de las 11 lenguas oficiales, y sorprendía ver como reconocía el origen de cada persona que nos encontrábamos y comenzaba a hablar con ella en su lengua materna. Ambos hicieron de nuestro viaje una delicia, a pesar de los imprevistos surgidos durante el mismo.
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Típica casa colonial |
Nuestro primer destino, el Parque Nacional Kruger se encuentra situado en el extremo oriental del país, haciendo frontera con Mozambique, y ocupando gran parte de las provincias sudafricanas de Mpumalanga y Northern Province. Al encontrarse el aeropuerto al oeste de Johannesburgo, no llegamos a ver nada de la ciudad, bastante poco interesante por lo que cuentan, y considerada la más insegura del mundo. Los primeros kilómetros del trayecto resultaron bastante decepcionantes, ya que los alrededores de la ciudad no se diferencian mucho de lo que podría ser la meseta castellana por ejemplo en la zona de Albacete, con la salvedad de que estamos a 1800 metros de altitud y que en Sudáfrica se conduce por la izquierda. Pero a medida que bajamos por la provincia de Mpumalanga hacia la larguísima cadena montañosa Drakensberg (aunque en general de poca altura) el paisaje se va tornando cada vez más accidentado hasta que repentinamente, entre unas colinas de poca altura, se hunde espectacularmente en el Cañón del Río Blyde, el tercero más grande del mundo.
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"Tree Rondavels" en el cañón del río Blyde.
Haz click en la imagen para acceder al panorama (necesario 'plug in' java) . |
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Bourke's Luck |
Cascada en
Bourke's Luck |
Cascada Berlin Falls |
Desgraciadamente no tuvimos mucho tiempo para visitarlo a fondo, recorriendo sólo un tramo de la conocida como “Ruta Panorama” y teniendo que renunciar a gran parte de la ruta de las cascadas (sólo pudimos ver la
muy espectacular cascada Berlín (Berlin Falls), el pintoresco pueblo Pligrim's Rest o algunos de los miradores de altisonantes nombres como “God's Window” o “Wonderview”. Pero sin lugar a dudas la escarpadura conocida como “Tree Rondavels”, la ya nombrada catarata Berlín o la zona de pozas Bourke's Luck nos llenaron de asombro (a pesar de que llegamos al final de la época seca y los colores eran mucho más pálidos que en épocas mejores) y nos dejaron con ganas de volver algún día y recorrer la zona más detenidamente. En las fotos que presentamos el lector no podrá hacerse más que una ligera idea de la espectacularidad del lugar.
Como a las 5 de la tarde hora local cierran las puertas del Parque,
proseguimos rumbo al mismo. Nada más entrar, la fauna del lugar comenzó a dar espectáculo, puesto que sin intentar buscar nada, ya que íbamos con el tiempo justo para llegar al campamento, tuvimos que sortear varias manadas de Impalas y Búfalos además de otros antílopes y algunas especies de monos.
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Unos Kudus nos dan la bienvenida al Parque Kruger |
Exterior e interior de las cabañas de Berg-en-Daal |
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El techo de las cabañas por dentro |
El grupo de viajeros despues de cenar bajo las estrellas |
Ya en el primer campamento, Berg-en-Daal, situado en el extremo meridional del parque, (todo lujo y comodidad,
con aire acondicionado y agua caliente en todas las cabañas, por lo demás sencillas pero acogedoras; y eso sin hablar del buffet de desayuno…),
tras una cena en grupo y una refrescante ducha (el calor había apretado durante toda la jornada) procedimos a comenzar la primera (y a la postre única) noche de observación. Con la prácticamente inexistente iluminación del campamento (para respetar el ambiente natural de la fauna), el cielo nocturno resultaba verdaderamente sobrecogedor.
El impoluto brillo de las estrellas entre las ramas de Acacias y Marulas, con los aullidos de los animales de fondo, constituye un espectáculo inolvidable.
Aquí va una descripción de nuestro compañero Ernesto de algunos de los objetos que vimos:
- ¡Qué cielo! Las Nubes de Magallanes, preciosas, y 47 Tucanae, y eta Carinae, ...
- NGC104 (47-Tuc): Se ve claramente con prismáticos junto a la pequeña nube de Magallanes, y se resuelve la periferia. Con telescopio es una bola blanca, de hasta 30', resuelto en estrellas principalmente de 10mag, con alguna de 8ª-9ª.
- NGC362: Con telescopio, muy blanco, de 10' y resuelto de 12mag. Muy compacto.
- NGC2070: Se ve con prismáticos, como una condensación en el NE de la gran nube de Magallanes. Con telescopio tiene una condensación de 10' y alguna zona oscura, y hasta unos 30' tiene filamentos que dan la forma de las patas de la tarántula. En los alrededores hay como 12 cúmulos abiertos.
- NGC3372 ( eta -Car): Se ve con prismáticos, con casi 2°. Al telescopio es de 2°, pero sobre todo 50' muy densos que está dividido en dos por una nebulosa oscura, que también divide el cúmulo.
- Trumpler16: Es el cúmulo de eta -Car, así que alguna será ella. Tenía un rombo de 15', de estrellas de 8ª-10ª, y otra zona desparramada de 10', del mismo brillo.